12 cosas que debes saber antes de comenzar a hacer Yoga
Una de las preguntas que más a menudo recibo es: “Nunca he hecho yoga, no soy flexible y no tengo fuerza, ¿por dónde empiezo?”.
Lo más bonito del yoga es precisamente que no necesitas nada más que la intención de comenzar.
No necesitas ser flexible. El yoga, con el tiempo, te hace flexible.
No necesitas ser fuerte. El yoga te hace fuerte física y mentalmente.
No necesitas ser joven. El yoga no tiene edad.
No necesitas ser delgado, alto, pequeño, grande... El yoga simplemente necesita que seas, que existas. Y ya.
Es como la frase de:
¿Qué necesitas para tener un cuerpo de playa?
Paso 1. Ten un cuerpo.
Paso 2. Ve a la playa.
Lo mismo pasa con el yoga. Sólo te necesitas a ti.
Pero entonces, ¿qué debes saber antes de comenzar a practicar yoga?
No necesitas tener una condición física previa.
Todos, antes de llegar a saber un poco más del yoga, somos principiantes. Todos, en algún momento de nuestra vida tuvimos una primera clase y algunos, como yo, previamente no éramos de los que hacíamos mucha actividad física por lo que no tener una condición física previa no es fundamental. Es importante tener muy presente que el yoga es mucho más que actividad física y que definitivamente no se trata de fitness. El yoga tiene una historia milenaria que integra y busca unir mente, cuerpo, espíritu.
Hay algunos estilos de yoga que pueden ser más exigentes como por ejemplo Ashtanga, Rocket, Vinyasa por lo que si eres como yo, probablemente lo mejor sea que comiences por alguna más leve o media y poco a poco, si quieres, ir incrementando la intensidad. Lo que me lleva al segundo punto:
Escoge el estilo que mejor se adapte a ti.
Existen muchos tipos de yoga:
- Hatha Yoga
- Ashtanga Yoga
- Iyengar Yoga
- Yoga Restaurativo
Escoge el que te haga sentir mejor. Mantén la curiosidad y ve probando entre unos y otros o simplemente quédate con ese que le haga mejor a tu cuerpo y a tu mente. El yoga es uno por lo que en realidad sólo es cuestión de compatibilidad, sincronicidad y la libertad de fluir.
Aquí encontrarás un artículo donde te hablo de las diferencias y estilos de algunos de los más conocidos.Tipos de Yoga
Será mejor que lo practiques con el estómago vacío.
Practicar yoga justo después de haber comido puede comprometer tu práctica. En yoga es muy común las posturas de torsión corporal, estiramientos e incluso invertidas donde toda su sangre actúa en sentido contrario por lo que siempre es mejor practicar después de un par de horas de haber comido y así evitar malestares como náuseas.
Oirás palabras que quizás no reconozcas.
El yoga nace en India hace más de 4000 años por lo que mucha de la terminología utilizada en las clases son palabras en sánscrito. No te preocupes si al principio no reconoces algunas de ellas. Poco a poco irás reconociendo más y más. Si ves que hay alguna en particular que no entiendes o quieres saber más, no tengas miedo en decirle a tu profesor/a. El sánscrito es un idioma milenario precioso que está lleno de joyas. Te encantará. Te dejo un pequeño glosario que escribí hace un tiempo de algunas palabras que todo yogui (o no) debe saber
La esterilla (o mat).
Lo más importante para mi es que sea verdaderamente antiresbalante y que tenga un grosor que soporte las articulaciones como rodillas, codos, muñecas. Si tu idea es practicar desde casa es importante que no lo hagas directamente en el suelo porque te vas a lastimar. Algunos estudios de yoga ya tienen mats para que los estudiantes puedan utilizarlo a mi particularmente siempre me ha gustado tener uno individual que se adapte a mis necesidades. Además de que se convierte en tu propia alfombra mágica.
Olvídate de los demás. No te compares.
Concéntrate en ti e intenta que cada vez que te distraigas vuelvas a poner la atención en tu cuerpo y tu respiración. El yoga es una práctica no competitiva y es muy importante realmente entender que no se trata de llegar a algún lugar sino de disfrutar de todo el viaje. El yoga es en sí un viaje por lo que sólo concéntrate en tu viaje, tus habilidades, y tu evolución sin compararte con nadie más.
Nadie realmente te está mirando.
Puedes pensar que todos estarán pendiente de si llegas a tocarte los pies, o si te tambaleas mientras haces alguna postura de equilibrio, o si logras hacer una postura avanzada pero, realmente, nadie te está mirando. Por eso lo importante de encontrar un lugar emocionalmente seguro, un lugar donde te sientas como en casa, un lugar donde tambalearse no sea motivo de que te avergüences o que dejes de intentarlo.
Normalmente cada quien está metido en su práctica y si vas a yoga con la intención correcta, el tiempo lo ocupas en tu respiración, en tus posturas, en beneficiarte del movimiento y de la calma y no de mirar a lo que hacen los demás.
Practica con ropa cómoda.
Crear ese espacio de comodidad incluso con la ropa que usarás es muy importante. Busca tejidos ligeros que permitan el movimiento, nada que te apriete, genere presión especialmente en tu abdomen y te haga sentir incomodidad. Generalmente el yoga se practica descalzo. Hay quien prefiere utilizar estas medias antiresbalantes pero, si me preguntas a mi, te diré que no es necesario. La idea es que puedas sentir con tus pies el contacto con el suelo.
La postura del niño siempre es una opción.
Si durante la clase sientes cansancio, mareo o simplemente la necesidad de parar unos minutos, la postura del niño siempre es una opción. Que no te de miedo de buscar esta opción en cualquier momento de la clase. Incluso si hay alguna postura que no entiendes, o que por algún motivo no puedes intentar en ese momento, utilizar esta alternativa es una forma de seguir en la práctica pero con un amable descanso.
Crea tu propio espacio.
Dicen que los lugares tienen memoria, que las disciplinas siguen rutinas, que las prácticas se convierten en parte de tu vida por lo que si tu idea es comenzar a practicar yoga en casa, lo único que necesitas es un poco de espacio. Crea tu pequeño espacio de yoga. Ponte de pie delante de tu mat/esterilla y asegúrate que puedes moverte bien, eleva los brazos, muévelos a los lados. Intenta que tanto tus brazos como tus piernas no choquen con tu alrededor.
No te saltes Savasana.
Savasana (postura final donde todo tu cuerpo está acostado sobre la esterilla) es probablemente la postura más importante de toda la secuencia del yoga. Le permite a tu cuerpo absorber todos los beneficios del movimiento y a tu mente conectar con la calma, tu respiración y el momento presente. Hay quien por prisa deja de lado esta postura. Si hay algo que prefiero que escojas quedarte de todas estas recomendaciones esta es, para mi, la más importante: No te saltes Savasana.
Normalmente las prácticas de yoga están acompañadas de mucho movimiento para nuestra espalda por lo que esta posición neutra le permite recuperarse, estirarse y relajarse, además de que le permite a tu respiración volver a su ritmo natural y a tu mente conectarse en un momento meditativo que hace que todo, todo, todo, valga la pena.
Disfruta el proceso.
Si ahora mismo eres principiante, disfrútalo. Ya llegará el momento, muy probablemente ni te des cuenta, donde estarás haciendo chaturangas y saludos al sol sin ninguna dificultad. Aprenderás palabras en sánscrito, cantarás mantras, tu cuerpo será más flexible y te sentirás con más fuerza pero mientras tanto, disfruta del proceso. No te juzgues, no te apresures, no te compares simplemente permítete disfrutar del movimiento, la respiración, la relajación y los beneficios de la práctica. Deja las expectativas antes de comenzar la clase y deja que tu mentalidad de curiosidad te lleve a descubrir lo que tu cuerpo puede hacer. De hecho, si me permites ir más allá, nunca dejes de lado la mentalidad de principiante pues está llena de espacio para continuar aprendiendo, está llena de curiosidad y el aprendizaje no tendrá límite.