Rosanna Yoga

To do 2607082

To do lists Vs. Done Lists. Una práctica de mindfulness.

Solía comenzar cada día haciendo To Do Lists. No había ni empezado el día y ya estaba preocupada por todo lo que tenía que hacer y tenía ya en mi cabeza esa lista larguísima de cosas que tenía que hacer en el día. Luego por supuesto pasaba esa lista en papel y tenía una gran satisfacción para vez que lograda tachar algo de la lista. Era como un sentimiento de logro pero al mismo tiempo al ver que me faltaba tanto por terminar era un sentimiento que abrumaba.

Descubrí que comenzar el día así me estaba llenando de ansiedad, me inquietaba pensar todo lo que tenía que dejar hecho antes de que se acabara el día y muchas veces cuando se acababa pensaba que no había hecho suficiente.

Luego descubrí que no estaba sola. Resulta que las To Do list tienen un efecto adictivo en nuestro cerebro. Investigando di con un estudio que explicaba que existía una alternativa a estas listas: Las “Done List” ó las “Listas de cosas hechas” en lugar de las listas de “Cosas por hacer”.

Aunque no tiene nada de malo hacer To Do lists también es verdad que la mayoría de ocasiones pueden ser abrumadoras, largas e interminables y nos dejan con una sensación de no terminar nunca. El problema creo también que radica en que no sabía hacerlas. A veces escribía en ellas proyectos que yo de antemano ya podía saber que no era factibles terminarlas en un día y que involucraban de hecho a más personas pero entonces ahí es cuando convertía mi lista de cosas por hacer en una lista de recordatorios.

- Cuantas veces haz hecho una lista y a lo largo del día la revisas a ver si encuentras una tarea que puedas hacer rápido para poder tacharla y quedarte con la sensación de que ya te quitaste eso de la cabeza?.

- Cuantas veces haz hecho una lista de cosas por hacer y al final del día siguen quedando cosas pendientes entonces “la pasas en limpio” para el día siguiente?.

- Cuantas veces definitivamente decidiste tachar una de tus tareas porque te diste cuenta que no ibas a poder terminarlo ese día?.

- Cuantas veces te quedaste pensando en cosas que tenías que hacer para poder seguir rellenando la lista y que no se te olvide nada?.

Las Done List, por el contrario, me cambiaron la sensación con la que terminaba mis días.

En lugar de escribir las cosas que tenía/quería/necesitaba/esperaba hacer, comencé a escribir las cosas que efectivamente hacía.

Este simple hecho libera las endorfinas necesarias para dar ese empujón de confianza y sensacion de logro que aumenta la sensación de bienestar y si, también la productividad. “Si ya pude con esto, podré con lo demás”.

Las listas de hechos realizados inspiran. Las listas de pendientes abruman.

Cerrar el día viendo todo lo que has logrado te ayudará a entender que haces más cosas de lo que crees pero como siempre estamos pensando en “lo que falta por hacer” no disfrutamos o no somos capaces de verlo todo en retrospectiva.

Comienza tu día con la mente más relajada. Si eres como yo y tienes una memoria muy selectiva y por tanto necesitas recordatorios de las cosas que tienes que hacer fusiona estas dos listas para poder sacarle el mejor provecho a las dos.

Mañana cuando comience tu día, en lugar de enmarcarlo en tareas interminables intenta anotar en una lista todas las actividades que vas terminando. Al final del día léelo y verás que pudiste hacer más cosas de las que pensabas.

En el día a día tan abarrotado que vivimos es normal olvidar cosas que hacemos y es normal terminar el día y pensando "¿Y hoy qué hice? ¿Avancé en algo?".

Esta pequeña lista es una forma de vivir más en el ahora y no tanto en “lo que tengo que hacer”.

Si nunca has hecho una lista de cosas hechas, pruébala y mira si cambia algo en ti.

Estoy segura que así será 💫

Rosanna!